09 abril 2009

El Rescate


El enorme pájaro de acero azúl volvió y descendiendo, lentamente, mostró sus garras a la niña que lo miraba desde la arena, pero no clavó su pico inmenso en aquellos ojos del color del mar, o del cielo, tuvo piedad y la elevó por los aires durante unos segundos acercándola hasta su corazón cálido vestido de suave plumaje para después bajar su cara hasta la de la niña y poder encontrar de nuevo la mirada profunda de un océano perdido de dulce brisa del mar y frío reflejo de unas profundidades para las que ni aquel ave Imperial encontraría explicación a pesar de intentarlo. Con dulzura y amorosamente, depositó a la niña en la terraza del viejo faro que iluminaba a los barcos que se pierden en el mar azul. Alta mar y la arena de la playa, un viaje corto, intenso, acariciante por la brisa ....Aquella niña, con su manita chica, se despedía de la amorosa y respetuosa ave agitando su manita que decía “adiós” porque ya nunca más sería aquella misma, la que jugaba en la arena de la playa, la que esperaba ser atacada, encontrándose....con un rescate.....