Merece la Pena

Creo que te he dejado a salvo, o eso quiero pensar. Pienso en todo lo que hemos hablado. Mientras mirabas mis ojos me daba cuenta de lo importante que es una mirada. Sí te escuchaba, atentamente, ¿cómo puedes dudarlo?. Me asombra tu amor inmenso, pero ahora que pienso, es porque....”se te nota demasiado en la mirada....que estás enamorada”.
¿Quién soy yo para decirte que no debes estarlo?. ¿Quién soy yo para pensar que puede llegar a algo más, si no puedo asegurarlo?. Yo solo soy una amiga, una especie de roca en el centro de este Océano de mar salado que me arrastra y cuyo ancla no puedo encontrar.
Pero aquel día, fue como si te encontrara en esa inmensidad perdida. Tu mejilla estaba caliente, después se inflamó y te busqué un par de hielos. Aquella pregunta resonó en la cocina y tu...”sí” aún resuena como un murmullo.
Existen tantos hombres a los que amar.....Amar es como zambullirse en un mar. Lo miras desde dentro y es mágico, todo plagado de colores bellos que lucen al sol. Ese fondo de ese mar también oculta una oscuridad, la mano que toca tu cara ni es mano ni es hombre ni es nada, apártate de esa oscuridad.
Aun queda luz por descubrir, yo solo quiero lo mejor para ti. Ya sé que suena gracioso, que si no soy capaz de encontrar lo mejor para mí...¿cómo lo voy a buscar para ti?. Pero no soy yo la que debe buscar tu luz, sino tú misma, yo solo puedo desearlo y deseo lo mejor para ti. Para todos.
Bailabas, reías, me mirabas contemplando una imagen falsa de felicidad, sonreía para ti. Una gracia por aquí, buscando flores bajo la luna, alguien encontró una rosa amarilla. Me la dio, pero tú no lo viste y entonces te la dí a ti. Amarillo amistad. Me cuesta mucho conservarla, pero una hace lo que puede. Aunque solo fuera ese trayecto, aunque solo fuera dejarte a salvo. Aunque solo fuera tu vago recuerdo, habrá merecido la pena librarte de otra mejilla hinchada.
Me gusta que se levanten muchas cosas, me gusta que se hinchen otras o las mismas, pero no me gusta una mano alzada para clavarse en tu carita de niña asustada.
Dime lo que quieras, piensa lo que quieras, olvida lo que quieras, pero esa mano ahora está lejos y yo dormiré tranquila esta noche. Aunque solo sea una noche, habrá merecido la pena.
Mañana, cuéntame que estás llorando. Mañana, dime que no lo resistes. Mañana, muéstrame otro clavo.....no me importa. Amé una vez con toda el alma y recibí una sola palabra que fue peor o igual que una bofetada. El amor cesó quedando todo en calma, es mi esperanza. Otra vez ,soñé y de nuevo la misma palabra, de modo que sé que de tus labios también saldrá, aquí estoy, esperándola, no me importa. Solo sé que dormirás tranquila una noche, aunque solo haya sido una noche, merece la pena el cansancio, merece la pena ese abrazo de despedida, merece la pena tu llanto.
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