Mi día D, hora H




Mi intención fue haber madrugado más pero no sé por qué razón cuando abrí los ojos y miré mi teléfono móvil, que es lo que tengo por costumbre mirar cuando quiero saber la hora, eran casi las 9 de la mañana!!!
Tal vez porque la noche de antes había dejado a mi hija al cuidado de su padre y cuando no duermo a su lado me relajo tanto que, como decía mi padre siendo yo mozuela, hija, tú no te duermes, te mueres un poco cada noche, jeje (siempre ha gozado de un humor muy fino e irónico, sip)
El caso era que el calendario marcaba 24 de marzo, día D….y la hora H estaba por llegar y yo….en el fin del sur de Madrid, y la librería La tarde de libros, donde me aguardaba la presentación de mi primera novela (que se dice pronto) en pleno centro de Madrid, entre la puerta del Sol y la Gran Vía, tocaba correr: ducha rápida (sin mojarme el pelo o el trabajo de mi buena amiga Rebeca, peluquera de profesión, se iría al carajo :p), vestirme y salir a toda prisa con apenas un café con leche en el estómago, no había tiempo para más. Menos mal que ya había acordado con mi familia la noche de antes que ninguno acudiría al evento por considerar que me restaría protagonismo y por circunstancias personales de cada uno que yo respetaba totalmente, me ocurrió igual con mi propia hija, en principio quería tenerla a mi lado en un momento único e irrepetible en mi vida, pero luego pensé en la librería, no hay libros para niños, se va a aburrir, no es lo suficientemente grande para ella, es puro nervio, mejor que su padre me la distraiga y las dos tendremos un buen día…..
Cogí mi coche y me acerqué hasta la RENFE más próxima, bueno no, la siguiente más próxima en el Sector 3 de Getafe. En la máquina de billetes había una señora que me avisó de que la máquina no servía bien pero aún así yo lo intenté, le deposité el importe exacto y efectivamente lo que la máquina hizo fue devolverme mis monedas y las de la señora anterior, de modo que cuando llegué al andén no pude callarme y le di sus dos euros. Se sorprendió gratamente pero a mi….me lo pidió mi conciencia….qué le voy a hacer?
Miraba el anuncio de lo que restaba para la llegada del próximo tren, un par de minutos y pensaba en acordarme de solucionar mi problema con el billete o no habría manera de salir de la estación de Atocha cuando sonó mi teléfono móvil con la primera llamada del día, era mi bro, qué ilusión me hizo….una charlita que al montar en el tren me dibujó una sonrisa en la cara, como pintada, e hizo que parte de los viajeros se me quedaran mirando como diciendo….esa mujer va fumada? Pues sí, un poco, jeje, una no habla con su bro todos los días, pero claro eso no lo sabían ellos, además me daba igual, no tenía cara de borracha ni de maleante, solo de persona feliz y eso no es contagioso, por desgracia….
Llegué a la estación de Atocha muy contenta y animada, solucionando en un tris el asunto del billete con un señor de corbata puesto para el efecto averías, el metro volaba y enseguida llegué a la calle Montera, que al ser peatonal y además cuesta abajo, me sobraron 10 minutos respecto a la hora acordada para estar allí, en la librería con duende que presentaría mi libro en Madrid.
Al llegar nos saludamos todos los presentes y lo primero que hice fue preguntar por Raquel, dado que vi bolsas suyas por el suelo pero a ella no y me fui a buscarla donde me dijeron que estaba, tomando café, aunque no la encontré. Desconozco si nos cruzamos y con los nervios no nos vimos por el paso de peatones o es que salió por otra puerta, el caso fue que yo me tomé otro café (muy rico, por cierto, y eso que no me gustan nada normalmente los cafés de bar), bajé a los servicios, me atusé un poco el cabello, me lavé las manos, respiré hondo y……volví a la librería donde ya pude encontrarme con Raquel, Manuel, Juanjo…..caras y corazones que ya me eran como familiares. Y empezó la espera….
Fuera de la librería, tal como se acordó, sobre unas mesas, estaban nuestras pequeñas obritas y la primera en llegar fue Marta, dulce Marta, cariñosa como una osita de peluche y que llegó derechita a saludar y a animar a mi cachorrita Raquel pero reconozco que por no sentirme un tanto desplazada, voy y le suelto….
-Disculpa, ya sé que no nos conocemos mucho pero yo también soy de Ciao….ejem…
Qué cara dura la mía pero jooo, es que donde charlan dos mujeres, por qué no pueden charlar tres? O no? Pues eso, jeje, y ella venga a dar ánimos y a hacernos flotar como entre algodones de cariño….Así es Marta….
Poco después oí un imperceptible casi…"María?", me di la vuelta y allí estaba, Gema. No puedo explicar lo que sentí cuando la miré para contestar…."sí, estoy aquí"….., pero fue muy hermoso, como su sonrisa, como su mirada de ángel, y vuelta a firmar y a charlar (a mi que tanto me gusta hablar, pfffff, jeje) pero que conste que no es desde siempre ni con todo el mundo, que es con buena gente, como ellas….
Hablando con Gema, alzo la vista un momento y veo a una pareja un poco despistada. Para mi que estaban pensando…."ay, ay, ay, que aquí hay gato encerrado, estos son libros, sí, esto está lleno de gente, si, pero yo no veo a María por ninguna parte….", y como en un acto reflejo, un poco separada aún de ella, digo elevando un pelín la voz: VANE!!!!!!!!! Y entonces sí, apareció su sonrisa, linda sonrisa de niña traviesa y ale, tocaba abrazo porque ella no entra en Ciao pero yo si lo siento es por vosotros, no por mi, sé donde encontrarla, es mi prima virtual, jajaja, allá por el Mediterráneo e Ivan, un cielo de hombre, atento y sereno que solo quiere hacerle compañía….Qué rato más agradable, cuánto ánimo y cariño, aquello se merecía una dedicatoria muy especial, nada de una simple firma en la primera hoja de un libro, aunque fuera mi querida y primera novela….
Y por último pero porque dieron unas cuantas vueltas por allí hasta encontrar la librería, veo una carita expectante que me mira….que pregunta….María?, y con mi sí, al unísono, se encendió su sonrisa, que era por lo que yo más la conocía en Ciao, Susana, ¡Dios mio de mi vida, tres largos años para encontrarnos por fin!, pero ambas sabíamos que eso ocurriría algún día y fue el día de la presentación de mi novela cuando tuvo que ocurrir, confirmando de pleno que a Susana le gusta lo que escribo (lleva leídas ya 30 páginas de Tela de araña y me ha dicho en un correo que engancha, bieeeeeeeeen, jeje).
Por supuesto no se fue sin su dedicatoria y sin varios abrazos, porque no fue uno solo, nos debíamos muchos, además Jorge y ella me acompañaron hasta la boca del metro y como a la 1 de la tarde la librería ya decidió ir cerrando página porque no abrían por la tarde en su horario habitual, pasamos juntos un rato más añadido, en honor a Ciao, a lo que habíamos conocido juntas por esta buena página, con lo que nos habíamos encontrado, de bueno e incluso nos dio tiempo a tramar algo, mmm, conspiramos como hacer llegar algo a alguien más de Ciao que no deja indiferente a nadie pero esa…..mmmm….esa es otra historia, amig@s, que todavía no se puede desvelar, qué sería de un misterio o una intriga sin un plan a desarrollar??? Paciencia…….mmmm…
Una mañana única, irrepetible y archivada en mi corazoncito de miel por siempre jamás.
Gracias a todos, a los que tuve la suerte de abrazar y a los que de alguna manera también estuvisteis allí con nosotros….
Ha sido un fin de semana completo porque por si fuera poco Wala en Ciao, hoy domingo, a eso de medio día, me ha permitido entrar en su espacio radiofónico El Camarote para hablar a todo onubense que estuviera escuchando, de Tela de araña. Ha sido una entrevista amena, viva, alegre y……dirigida a lectores pero es que, claro, lectores hay por todas partes, por suerte, así que yo me siento muy afortunada y privilegiada!!! Y sobre todo y lo que más, FELIZ…..
MUCHAS GRACIAS.
Besotes.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home