19 abril 2009

Su ciclo de vida




Ha cerrado sus párpados despacio, muy despacio. Ha escuchado por enésima vez el "ras" procedente de fuera. Son hojas que con la estación caen al vacío de un suelo cercano y discreto pero que solo ella es capaz de oír como un estruendoso relámpago con fino y delicado crujir.
Una vez más ha salido afuera para comprobar con sus delicadas manos, como la última hoja del árbol enano ha caído, quedando desnudo y frío, como cada estación. El último "ras" desata en ella una fuerza especial que le hace vibrar y darse cuenta de un otoño más.

La vida es lenta, repetitiva, cíclica, y prefiere mil veces un "ras" a aquel "boom" que la dejó ciega para siempre.