Igual que ayer...

No, no teníamos la misma sangre, ¿y qué?. Que no fuéramos de la misma familia no te daba derecho a subir a aquel tren.
No, no me siento peor que ayer, lo único que ha cambiado respecto de ayer es que ahora cuando pienso en lo que sucedió me acuerdo de ti. Ayer no podía recordar ninguna cara, porque no conocía ninguna, hasta hoy: la tuya y a dos de tus hermanas en el 12 de octubre, una muy grave y otra a falta de dos piernas.

Por lo demás no hay diferencia. Me sentí impotente ayer y hoy me siento impotente igual. Me sentí mal y hoy sigo mal, pero en vez de ir olvidando poco a poco, he tenido otro segundo día de sobresalto.
Ya no podré molestarte más enviándote impertinentes mensajes como : fea, tonta, cursi o niña bien....

Ya no podré volver a decirte que estoy reunida y que no tengo tiempo para eso...
Ya no podré decirte que me alegro de esto o de aquello y que no le des tanta importancia a lo de mas allá.....

Ayer no me daba cuenta de todo eso porque no conocía a nadie de los que lamentablemente perdieron su vida en explosiones símbolo de la barbarie y el horror...
Si ayer apenas desayuné, hoy lo he hecho pero a los treinta minutos he ido a devolverlo a la taza del water.....

Si ayer me dominaba el horror hoy ha sido el pánico el que lo ha conseguido....
No existen diferencias y si existen, ha sido más de lo mismo, pero con una carita morena que ahora no puedo olvidar, una carita de niña buena a la que ya no podré tirar bolas de nieve, nunca más....

Donde quiera que estés ahora, nunca te olvidaré. Descansa en paz y cuídanos a todos un poquito desde allí arriba...
Quisiera dormir y despertarme y poder decir que todo ha sido una pesadilla burlona, una broma pesada de mi imaginación, tanto el día de ayer como el de hoy....Ese es mi deseo de esta noche, la primera en la que ya no podré pronunciar mis “dulces sueños” en mucho tiempo, tal vez todo el que me reste de vida....

Adiós, AMIGA...
Después de la “estocada”, has tenido que llegar tú a darme la “puntilla”. ¿Para qué demonios entrarías en mi vida si solo has sabido darme disgustos? –digo yo-. Ahora que mi neurona de mal funcionamiento empezaba a regir de nuevo, con todo lo que me costó volver a ponerla en pie, vas tu y me vuelves a tirar todo lo que había levantado con un gran esfuerzo y dedicación. Fue para mí un añito duro, y ahora me lo has dejado tocado.....Mira que hay que tener mala leche....

¿Por qué no te quedarías quietecita?, ¿por qué no llegaríais tarde como hacemos todas las mujeres del mundo mundial?....
Si lo de ayer me superaba, esto de hoy me ha dejado fría, como un témpano de hielo que no sé cuando volverá a descongelarse.

Tal vez llegue el día en que se acabe la muerte, el horror y el dolor......ojalá.....
Y aunque exista ese día, no me devolverá tu sonrisa....Es lo que menos me gusta reconocer.....

¡Qué difícil me has hecho la vida, AMIGA¡, qué difícil, hasta el final...