11 abril 2009

Lo intenté...


Me levanté sigilosa, di el grifo de la ducha como cada mañana, me enjaboné y aclaré como siempre, me vestí como de costumbre e intenté hacer mi labor, aquella para la que tanto luché, pero.....miro vuestras caritas y el pánico se apodera de mí. Un nublo extraño, hostil y perverso se asienta en mis ojos, un pitido electrizante se instala en mi oído y el corazón empieza a palpitar de una manera apresurada, arrítmica y entrecortada que me asusta. En mi estómago pellizcan centenares de mariposas negras que se ríen burlonamente de mí. Has vuelto y yo no puedo permanecer aquí ni un minuto más, con ángeles que necesitan de alegría, orden y constancia, cuando yo solo les puedo ofrecer hoy tristeza, caos y desolación....¡Maldita ansiedad¡, deseas mi cuerpo de nuevo, eres un amante infecto que no sé cómo quitarme de encima. Has estado mucho tiempo dormida, o ausente, o viajera, pero.....has vuelto y hemos de vernos de nuevo las caras.

Me despedí de mis ángeles por una temporada y me acerqué a la playa. Me descalcé , me encanta notar la arena mojada bajo mis pies. El mar también parecía triste, hasta el sol parece haberse apagado un poco con la tragedia. Ya nada ni nadie volverá a ser como antes. Yo tampoco.
Noté como la brisa me abrazaba, en un intento de mitigar un poco mi dolor y yo, agradecida, la cogía con mis manos para besarla dulcemente.

Comencé a hacer dibujos en el suelo, después fueron palabras hasta que....empezó a salir siempre el mismo nombre, el tuyo, amiga, de modo que.....abandoné, compréndelo, no me gusta esa sensación que deja el comienzo del llanto: te nubla la vista, no puedes ver esa roca ni las olas como la azotan. Se te encoge el corazón hasta que casi no lo notas y te da miedo no sea que vaya a desaparecer.
Paseando despacio encontraba caras sonrientes y yo anhelaba ser capaz de dibujar en la mía solo el reflejo de algunas de ellas. Me senté en aquella cafetería donde tantas veces me había sentado, veía gente entrando y saliendo, ya no me parecían las mismas, como si algo se hubiera detenido aunque el mundo siguiera con la vida.

No me gusta esa sensación. Yo quiero sentirme parte de esto, quiero sentir que formo parte de la risa, de la broma, de la anécdota, de la esperanza, de la..... vida. No quiero morir en vida, no quiero cerrar mis ojos al mundo aunque permanezcan abiertos.
El fuego lo purifica todo. Tal vez al abrigo de esos muñecos que prenden y que van cayendo a pedacitos, tal vez encuentre los míos.
Mediterráneo arriba iré contemplando ese mar que me baña y que me adueña para llegar a la vecina ciudad donde ni ellos están alegres y lo son por naturaleza. Y es que....no se habla de otra cosa y yo quiero que paren ya.
Quiero olvidar,
Quiero tu olvido,
Quiero los sueños,
Pero esta vez....
Sin tu abrigo.
Quiero ganar
Por mí misma,
Saber que un día
Fui capaz
De vencer a mi enemiga,
Ansiedad, maldita espina,
Que llega sin avisar,
Domina y acribilla
Los corazones más puros
Que se acercan a la orilla
De la melancolía....
Dueña y señora quiero ser
De mi vida.
Sin tu cobijo, por mí misma....
Tal vez así recuerdes
Que un día
Guardé tu secreto aunque....
No debía.....