04 mayo 2009

Hoja al viento


Sería el examen más difícil de su vida, el de enfrentarse y probarse a si misma, todo un reto. Pero había decidido no ser una hoja más a merced del viento, sino disponer, levantar, construir laboriosamente un mañana y otro más sin descanso e ilusión, se sentía capaz de despertar de su sueño dormida y echar a andar con decisión y firmeza, como toda una Princesa. Caminar con la fuerza que la ilusión da, pero tocando firme sobre el suelo después de pensar y reflexionar, y si hacía falta, meditar. Y vivir sonriendo sin parar, sin descansar. Como le enseñó su amigo, su mejor amigo, aquel que ocupó el lugar de sus padres en aquella jungla vital, que apostó por ella y le tendió su mano sin dudar y que le dio un nombre auténtico, verdadero Libertad….