19 abril 2009

A ti, desconocido...


Dicen que el corazón es un músculo, el motor de nuestro cuerpo.
Y el cerebro...ese ordenador que todos llevamos dentro. Suena dantesco, verdad?. Bueno...una se acostumbra a lo que dicen y luego....

Luego yo saco mis propias conclusiones de todo lo que entra por mis oídos, o por mi vista, fruto de lo que converso o de lo que leo.
Es inevitable, todo cuanto entra por mis ojos es devorado por esta cabecita loca en la quietud de una calma que yo misma apliqué por saberla necesaria y empieza el baile en mi cabeza. Es increíble lo que se puede llegar a pensar. No sé de quien ni donde se menciona la frase “un penique daría yo por tus pensamientos” y no...no voy a decir un mundo, mi mundo, porque no es mío pero...qué no daría yo por un pensamiento tuyo...

Hoy me ha parecido sentir un rumor, pero casi no me ha dado tiempo a escucharlo, cuando de pronto ha desaparecido en la inmensidad de la nada. He sentido una pena muy grande por unos minutos, es como alcanzar una piruleta de lo alto de la mesa cuando no levantas tres palmos del suelo para después darte cuenta de que era de plástico...Desilusión?. No, no he sentido desilusión. Todavía retumba el eco del mensaje que ha dejado tu pensamiento en mi interior. La desilusión tal vez llegue mañana, hoy todavía lo contemplo en la cajita de resonancia de mi cabeza, prendido de mis retinas hace un rato para ver como desaparecía ante mis ojos en cuestión de minutos, como un roce de almíbar, tener la respuesta a algo para perderla al segundo...Una pena, claro que sí, pero la vida sigue y sigue, no se detiene, nunca lo hará ni por ti ni por mí, ni por nadie.
Yo solo puedo conformarme, saber que he tenido la respuesta ante mis ojos y esa última exclamación como un suave y dulce reflejo que encaja pero...no has sido muy valiente que digamos, así no se dicen las cosas ni se dan las explicaciones porque ahora no sé si eran para mí...qué más da....

Dijiste que nunca lo harías, y yo te creo, así que seguramente mi cerebro se ha bloqueado, como le ocurre muchas veces a mi pc y mi corazón ha querido encontrar una caricia envuelta en palabras que no serían para mí, no pretendo pensar más en ello.

La vida me espera cada mañana, con o sin ti. Tu última mueca denota decepción o tristeza también, lo que lo hace más incomprensible aún, o cobarde. Sí, eso se ajusta a lo que nos ocupa y ni siquiera de lejos eres capaz de decir algo tan sencillo. Sigues teniendo miedo y yo me rindo. Nunca me había rendido ante la evidencia pero esta vez lo hago, me rindo, me rindo, me rindo...

Verte de lejos es una alegría muy grande, pero sentirte cerca es el paraíso y me está vetado, hay que asumirlo.
Alguien que es capaz de convencerse a sí mismo de que es ruin por ser cortés, bondadoso y cariñoso....¿cómo puede ser posible, santo dios?. Qué poder tienen las ..¿mujeres de verdad, hechas y derechas?. No sabes como me hiere saber que piensas eso, que una mujer tiene el más mínimo derecho de semejante chantaje emocional. Siento una pena tan honda que tengo que alimentar mi espíritu de lo primero que pille porque me muero de asco solo de pensar que pueda volverme una mujer hecha y derecha cualquier día de estos...Antes prefiero estar sola y seguir mirando al horizonte. Cualquier día, un marinero de piel morena y curtida llegará a esta playa y me dirá Te quiero sin salir corriendo ni dejarme marchar nunca más....Sin pedir perdón pero sin pedirlo, escondido tras una sombra, una máscara, una tela que lo desfigura todo cuando yo hace tiempo aprendí a correr las cortinas de mi propio corazón.

Es fulminante tu manera de actuar y me ha dejado tan vacía que no vale la pena mover un solo músculo de mis dedos para seguir con esta corriente de sensaciones...Nunca lo vas a entender porque eres de otro siglo, de otro planeta, uno de los dos lo es, desde luego...
Has hecho bien en rendirte a la realidad y salir de aquí y de mí porque se te ha olvidado por un momento donde estamos y si te llego a encontrar operativo, te enteras...

Básico?, él es como es, nadie pretendió jamás cambiar nada, pero hacerme esto a mí, perdona, creí que no merecía algo así sino algo más directo, que hay una base...bueno...yo creí que la había, ya veo que no...
No, desconocido, no, no preguntaré ni pensaré ni intentaré comprender nada porque está todo muy claro, como el sol que sale cada amanecer, rojo fuego, altivo, arrogante y engañoso...Oriente y Poniente...así somos, que así sea.