Tú y yo, desvarío...

¿De dónde sales tú?. ¿Quién eres?. ¿Por qué?. ¿Es una especie de justicia aplicada a destiempo?. No, no, la intención sé que es buena, lo presiento, me lo dice la razón y me lo confirma el corazón.
Pero justo cuando mi alma se quedó varada en medio de este océano inmenso, apareces de la nada y siendo nada, solo risa y justicia, humor, color, sabor...Un humor extraño pero que me hace reír, un color alegre que me hace sentir y un sabor a nada que se escapa entre preguntas que solo reciben respuestas, ¿es eso lo que querías?.
Mis pies se deslizan y tengo miedo de resbalar, con todo lo que ha sucedido bajo este mar tan revuelto es muy normal. Me muevo por impulsos pero nunca dejo de analizar una experiencia anterior y hay factores que no se repiten nunca, ni tan siquiera en el infinito que me atrapa cuando te acercas.
Sigiloso o estruendoso, pero te acercas o sabes que yo lo haré, vas moviendo tus hilos a un compás tan evidente que es como tenerlo claro sin tenerlo, como saber qué va a suceder a cada paso, unos pasos miedosos que no avanzan, no pueden avanzar en la inmensidad de un líquido elemento cargado de errores, de buenas intenciones pero malos cálculos, de motivos y ocasiones que se cerraron para siempre desde tú sabes muy bien cuando.
Oscuridad. No le tengo miedo a la oscuridad y mucho menos si la llena tu risa y tu alegría, que creí perdida en los derroteros de otra vida que te hacía sumiso y apocado, triste y derrotado, vacío.
Tu función. No está mal, nada mal, no tiene desperdicio, es agradable, sutil y delicada, extraña, original pero...demasiados cabos, piezas repetidas de un ayer que va aflorando en mi mente cuando todo estaba dormido y tranquilo. Si, son solo palabras que puede pronuncia cualquiera pero no, me lo vuelve a decir el corazón y aunque desterré la idea, cada día te encargas de que vuelva. ¿Por qué?. Yo sé bien que no es crueldad, es un decir sin decir, ¿verdad?. En un viejo cuaderno guardo mis fracasos y mis aciertos intuitivos. La proporción es del 20-80, pero claro...están basados en la realidad que me acompaña cada día y esto es diferente o yo lo quiero ver diferente o tú me lo haces diferente.
Un mundo aparte. Creo que es eso lo que has decorado lentamente, día tras día, con un hola y un hasta mañana pintado de colores y de verdades. No puedes permitir que se te escape una mentira pero tampoco una realidad que te delate. Curioso entretenimiento, me hace gracia y me reconforta extrañamente porque supone todo un esfuerzo, una dedicación y una.....¿deuda?, ¿Crees que tienes una deuda con alguien?. Yo te digo que no, que no tienes ninguna deuda con nadie, y menos conmigo. También puede ser una dedicación personal, decidida libremente como efecto de vaya usted a saber qué causa o tal vez yo la sepa pero no la diré nunca porque en cualquier caso no es de mi incumbencia ¿o sí?.
¿Ir o no ir más allá?. Difícil cuestión, ¿lo decidirá el momento?. ¿Por qué me pregunto tantas cosas?, ¿Por qué no sigo mejor con Zaratustra, o con mi adorado superhombre nitzcheano?, ¿por qué me ha dado hoy por pensar tan en abstracto pero interactivo?. Porque te estás instalando en algún lugar de mi mundo y no sé si permitírtelo o no, tengo dudas. Ya sabes...el gato escaldado....pero también sé muy bien de mi condición y creo que hasta de la tuya, aunque nunca has tenido ni tendrás la humildad de aclarármelo. ¿Por eso te sorprendió mi valentía cuanto te dije con todas las consecuencias lo que te dije?. Bueno....yo soy así, así soy yo y algunas veces es malo para mí porque se me vuelve en contra, pero se nace como se nace y rara vez se puede hacer nada por evitarlo.
En la vida, poco a poco y si nos tomamos esa molestia o aprendemos de los errores del pasado, se pueden arreglar o empeorar pequeños aspectos de la personalidad de uno, pero la base es como esa roca enorme que sobresale del fondo del mar formando una isla intransferible, única y personal de cada uno donde se espera, se va, se viene, se llega, se abandona, se siente, se sufre y se goza.
Es invisible para todos los demás, apenas perceptible, aunque siempre hay alguien ...o...algo....que se nos cuela, como intruso o como amigo, como bien o como mal, como ángel o como demonio, con la sonrisa o con el ceño fruncido, con la mirada limpia o llena de odio, de rencor. Y es lo que ocurre, que luego cuesta mucho decir quédate o vete. Para decidir algo así, solo hay que escuchar el corazón en un equilibrio sano que nos presta la razón y lanzaremos al agua todo aquello que nos perturbe, pero seremos incapaces de renunciar a lo que tanto nos reconforta, es Ley Natural jamás escrita en ninguna parte y que registran los corazones puros, como el tuyo y el mío.
Sea cual sea, esté donde esté, sea como sea esa inmensidad que nos rodea, en este mundo y en cualquier otro y sin saber nada, algo nos dirá que estamos solos tu y yo....Sin nombres, sin rostros, sin piel, sin nada, solo tú y yo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home